EL AVANCE ORGANIZATIVO DE LAS MASAS
AVANCE DE LA CONCIENCIA SOCIALISTA DEL PUEBLO
EL CAMINO DE LA GUERRA DE LA AUTODEFENSA A LA MILICIA
EL PARTIDO Y LAS ORGANIZACIONES NATURALES DE LAS MASAS
CENTRALIZACION DE LAS MASAS Y PODER POPULAR
EL MRTA Y LAS FORMAS DE LA LUCHA DE MASAS
EL PARTIDO Y LOS ISTRUMENTOS INTERMEDIOS
EL PARTIDO Y LA POLITICA DE ALIANZAS
EI MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO TUPAC AMARU, postula que la revoluci6n no será obra exclusiva de un grupo de revolucionarios, por muy esclarecido y eficiente que sea, sino como acci6n de las mayorías del país encabezados por la clase obrera en alianza con el campesinado. Esas masas no solo crean dentro de su seno a su propia vanguardia político-militar, sino que ellas mismas se han organizado para asumir formas superiores de enfrentamiento al ritmo de su propia experiencia y van forjando, al mismo tiempo, embriones de las nuevas formas de poder popular.
EI MRTA por eso mismo, tiene confianza en la inconmensurable capacidad creativa de las masas. La vanguardia tiene la función de Estado Mayor conductor, organizador y concientizador de las masas, pero no las reemplazan en su accionar. Por ello, nuestra estrategia en el seno de las masas no esta dirigido a reemplazar sus organizaciones naturales para imponer otras creadas por la vanguardia; sino orientada a fortalecer sus propias organizaciones, potenciarlas y elevarlas cualitativamente hasta que se conviertan en verdaderos instrumentos revolucionarios.
La revolución no es creación de un puñado de iluminados, por mas heroicos que estos sean, sino de las mas amplias masas que son las que hacen la revolución conforme a su conciencia y desarrollo. A partir de estas premisas básicas, el MRTA busca organizar, fortalecer y dirigir a las masas en el combate frontal contra los explotadores del campo y la ciudad.
Nos negamos a crear confianza en el sentido que basta
que las masas depositen su confianza en un grupo de personas capaces, generalmente
de la intelectualidad, para que este, con maniobras hábiles, sepa
cambiar la situación de las masas y a estas les corresponde solamente
movilizarse para apoyar la acción de la vanguardia política.
Nosotros, por el contrario, pensamos que las masas son las que con su propio
esfuerzo, tienen que construir sus instrumentos revolucionarios. La acción
de la vanguardia esta dirigida a ayudar a las masas para que transiten,
lo mas rápidamente posible, el camino de la confrontación
con los enemigos de clase.
Esas masas, como dicen los maestros, son las que "hacen
la historia". Nosotros mismos somos producto del desarrollo
de las masas y nuestra función es contribuir decididamente a lograr
el salto cualitativo en los niveles de organización, conciencia
y combate politico-militar de todo el pueblo.
La fusión definitiva entre vanguardia y masas,
entre los destacamentos de avanzada politico-militares y el pueblo en armas
se expresa cuando en medio de una situación revolucionaria se produce
la INSURRECCION ARMADA.
Ese Ievantamiento popular que puede darse en forma generalizada o parcialmente debido al dcsarrollo dcformado y desigual de la sociedad peruana, esta completamente demostrado a lo largo de toda nuestra historia; tal fue el comienzo de la gesta Tupacamarista, de los campesinos encabezados por Atusparia, de los revolucionarios apristas de Trujillo, de los levantamientos populares de Arequipa y Cuzco, de los paros nacionales de nuestra ultima década.
Tal es el camino por el que transcurrirá los pasos decisivos en el futuro próximo hacia el que empuja la crisis generalizada del sistema.
EL AVANCE ORGANIZATIVO DE LAS MASAS
Las masas en nuestra patria han alcanzado un importante grado de desarrollo que permite este avance revolucionario.
Podríamos decir que la mayoría de los peruanos que son obreros, campesinos y parte de los diversos sectores del pueblo, tienen algún tipo de experiencia organizativa gremial: sindical (urbana o rural), barrial, comunal, asociaciones de residentes, clubes provinciales y distritales, gremios estudiantiles y juveniles, asociaciones culturales, religiosas, deportivas, etc. Todas ellas juegan de alguna manera un rol importante, no solo en el aspecto social, sino participando activamente en el proceso de confrontación con los explotadores.
El
proceso de maduración organizativa ha generado también diversos
niveles de centralización del movimiento popular. La clase obrera
en frontal lucha contra el amarillaje sindical consiguió a partir
del Comité de Defensa y Unificación Sindical (CDUS) reconstruir
la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP)
que fuera fundada por Mariategui ). que hoy avanza a convertirse en la
central Unica de los Trabajadores, donde las posiciones revolucionarias
avanzan crecientemente. EI campesinado ha potenciado sus organismos de
cenvalizaci6n y lucha como la Confederaci6n Campesina del Perú (CCP)
cuyo origen se encuentra en la Federaci6n de Campesinos y Yanaconas del
Perú que también contó con la decidida contribución
del Amauta, la Confederación Nacional Agraria (CNA) y la Confederaci6n
General de Campesinos del Perú (CGCP) de mas reciente organización,
además de la creciente centralización de las Rondas Campesinas,
los revolucionarios luchan por la centralización definitiva de los
campesinos en una sola central. EI Movimiento Estudiantil que ha sabido
mantener viva y actuante su Federación de Estudiantes del Perú
y que hoy trabaja para que esta realmente sirva a la reactivación
y potenciación del movimiento estudiantil al servicio de la Revolución.
Los pobladores que en años anteriores consiguieron
importantes niveles de centralización hoy nuevamente libran esfuerzos
por reactivar sus centrales y unificarlos. Los maestros, empleados, y otros
sectores del pueblo también han conseguido forjar sus centrales
y darles una orientación de clase como en el SUTEP, CITE, etc.
Pero el pueblo no so1o logra la centralización
sectorial, sino también territorial, dando con ello un paso gigantesco
a la construcción de los embriones del poder popular, esos pasos
son el nacimiento de los Frentes de Defensa que mantienen vigencia y se
desarrollan orgánicamente conforme encabezan la lucha de los pueblos
y le dan una creciente orientación revolucionaria.
Un verdadero salto de calidad en este proceso de centralización
fue la conformación el año pasado de la Asamblea Nacional
Popular y los acuerdos logrados en e1donde, en lo fundamental, están
recogidos las formas y los objetivos en que debe organizarse el conjunto
de pueblo para convertirse en una fuerza revolucionaria.
En esta dinámica es muy clara la confrontación
que se da entre los sectores mas avanzados que trabajan por elevar y fortalecer
dicha centralización y los reaccionarios que se oponen a ella.
Pero también se presentan contradicciones con
las fuerzas reformistas que regatean su concurso y traban el avance centralizador,
como con la corriente ultraizquierdista que ataca y sabotea esta valiosa
experiencia popular.
AVANCE DE LA CONCIENCIA SOCIALISTA DEL PUEBLO
Conforme la lucha de clases ha ido agudizando las contradicciones, también se ha elevado el nivel de conciencia de las masas. Ya durante el proceso velasquista y aun antes de e1, podemos decir que la gran mayoría de nuestro pueblo había alcanzado conciencia antiimperialista que se expreso en las movilizaciones de la época; un salto de calidad hacia el socialismo se dio precisamente en este periodo cuando la clases obrera y demás sectores del pueblo mantuvieron y desanclaron su independencia política de clase frente a los intentos manipulatorios del gobierno como su alejamiento de las posiciones del Apra. Esta tendencia se ha acentuado aun mas en los combates de la ultima década expresándose de diversa manera, tanto aquellos que apoyan la lucha armada revolucionaria como aquellos que aun están en una expresión electoral.
Frente a ello, la misma derecha se vio obligada, en gran
medida, a encubrir su verdadero rostro con un lenguaje demagógico
"nacionalista". Conforme se ha ido decantando la lucha de clases, esa conciencia
mayoritariamente antiimperialista ha devenido en crecientemente socialista.
Esta es una verdad que no puede ser negada y deja sin piso a quienes sostienen
que la revolución debe tener dos etapas porque "las masas
tienen temor a la propuesta socialista", todo lo contrario.
Hoy, incluso, sectores de la derecha, para mantener alguna audiencia en
las masas, tienen que hablar de socialismo para encubrir su verdadera esencia
reaccionaria.
Sin embargo esa conciencia y organización aun tiene serias limitaciones en la medida que falta una dirección revolucionaria enraizada en las propias organizaciones naturales de las masas, permitiendo, por lo general, que estas funcionen como instrumentos burocráticos cuyas dirigencias, lejos de contribuir a acelerar este proceso de avance, lo contengan y distorsionen. Por otro lado, si bien es verdad que existe una creciente conciencia socialista, aun falta claridad sobre la vía, el camino para instaurar la nueva sociedad socialista esto se debe a:
- EI natural temor de las masas frente al enorme sacrificio que significa l confrontación revolucionaria en una guerra abierta, optando por agotar aun los medios menos dolorosos;
- La confusión que introducen las posiciones reformistas que sustentándose en esta limitación de la mentalidad popular, lejos de tratar de superarla dando confianza al pueblo en su victoria, la misma que merece cualquier sacrificio, lo que hacen es apoyarse en ese temor atizándolo y alentándolo. con esto frenan cualquier avance para garantizar el mantenimiento de las porciones que tienen ganadas dentro del sistema, mientras fungen de salvadores del pueblo;
- La versión deformada que el pueblo percibe de la lucha armada revolucionaria debido a las características con que esta es desarrollada por organizaciones dogmáticas ultraizquierdistas que, como en el caso del P.C.P. (S L.), son difundidas y propagandizadas por los propios medios de comunicación controlados por la derecha, y
- La propaganda politica ideológica de las clases dominantes que, en tiempos de guerra, asume el carácter de guerra psico-social.
Por lo anteriormente expuesto, nuestro trabajo de masas esta dirigido también a vencer estas barreras para que el pueblo asuma en forma practica la violencia revolucionaria en la lucha por el socialismo y transforme sus organizaciones naturales en función a esa lucha. Solo en esa medida, la revolución tendrá la victoria garantizada.
Es 1ogico que para organizarnos revolucionariamente, para
ejercer la violencia revolucionaria de las masas, para transformar la guerra
en una guerra revolucionaria de todo el pueblo, tiene que darse un salto
cualitativo en las organizaciones actualmente existentes.
Con ese salto dejarán de ser lo que son: simples
instrumentos para defenderse o luchar por reivindicaciones que, en el marco
de la crisis actual, serán cada vez menores y episódicas.
Se transformaran así en instrumentos sólidamente organizados,
con direcciones de combate cuajadas en la lucha y con una clara conciencia
que el objetivo supremo es cambiar esta sociedad para acabar, de una vez
por todos, con todos los males sociales.
Encontrar los eslabones que permitan ese salto de las masas, es la tarea fundamental de nuestra política revolucionaria de masas en la etapa actual y hacia ella deben estar abocadas todas nuestras preocupaciones. En la medida que logremos ese objetivo, el MRTA se convertirá. realmente en la vanguardia que nuestro pueblo requiere y alcanzara el reconocimiento que solo e1puede otorgar.
EL CAMINO DE LA GUERRA DE LA AUTODEFENSA A LA MILICIA
EI primer y fundamental requisito para avanzar en el camino de la guerra revolucionaria es acrecentar nuestra capacidad para desarrollar la tendencia de las masas a forjar sus instrumentos de autodefensa e implementarlos adecuadamente. Este paso es determinante por las siguientes razones:
1. Al romper con el yugo mental que le permita a las clases dominantes poseer el derecho exclusivo al uso de la violencia institucionalizada, el pueblo empieza a reconocer que esta violencia que ejercen las clases opresoras es profundamente injusta y por tanto el pueblo mismo tiene perfecto derecho a ejercitar su legitima defensa. Una vez rota esa barrera, el paso de la defensa a la ofensiva lo impone el propio ritmo de la lucha de clases y el avance a nuevas técnicas militares, organizativas e instrumentos que determina la confrontación armada.
2. Laautodefensaesunniveldeorganizaci6n y actuación superior de las masas porque ella exige una conciencia mucho mas clara de los intereses que tiene que defender y los recursos y formas a los que tiene que apelar. Aquí tiene particular importancia el proceso de transformación que debemos implementar en los organismos de autodefensa de las masas, debido a que aun no tienen claridad sobre el objetivo central que tienen que alcanzar. Tal el caso de las experiencias de las rondas campesinas y vecinales.
3. La autodefensa es el vinculo natural con que las masas
unen sus fuerzas a las de la vanguardia en el terreno de la lucha por el
poder. Es el vinculo mas so1ido que une el trabajo del ejercito y las milicias
con las masas mismas. La unidad sólida y masiva de estos tres destacamentos
será la base victoriosa de la insurrección popular en el
futuro.
Sin embargo, para que este salto se produzca son necesarios
varios requisitos en nuestro trabajo partidario de masas. El enraizamiento
en las masas es clave y fundamental el mismo que no puede ser epidérmico
y burocrático, es decir, a nivel de las direcciones, sino que tiene
que ser en profundidad, en las bases mismas y con un sentido y orientación
estratégicos.
Para que los cuadros del parido que viven en el seno
de las masas estén en capacidad de organizar y orientar a las organizaciones
de autodefensa tienen que estar en capacidad politico-militar.
Por eso, nuestra estructura de masas tiene que ser asumida
como una estructura de combate militar especializada. Esa especialidad
tiene las características en que se desarrolla la guerra popular
con los instrumentos que se encuentran al alcance de todo el pueblo (piedras,
palos, hondas, huatacas, miguelitos, formas de bloqueo,
bombas caseras e incendiarias, infladores, sabotajes a pequeña escala,
explosivos, armas cortas, etc.). EI combatiente debe saber manejarlas a
la perfección en medio del fragor del enfrentamiento de calles donde
debe romper con muchos hábitos y costumbres, la movilización
popular se enfrenta cada vez mas crecientemente con una represión
que no so1o usa varas, gases y agua; sino disparos de perdigones y balas.
La organización de una movilización, por
tanto, no puede seguir siendo simplemente la convocatoria a las
masas para participar en marchas con los dirigentes a la
cabeza, todos desguarnecidos tendrá que ser concebida como un verdadero
operativo politico-militar de masas donde los dirigentes tienen que conducir
una confrontación con el enemigo cara a cara.
Esta es una inmensa y múltiple tarea que no comprende
solamente la organización de la acción misma; sino, demanda
la capacidad para organizar a las masas mismas, no para una movilización
tolerada sino para una confrontación y en esa medida darles la confianza
que las permita transformarse en un verdadero movimiento de masa de carácter
revolucionario. Significa también desarrollar otros tipos de tareas
igualmente importantes que el pueblo debe efectuar en las lineas de apoyo
como información, inteligencia, comunicaciones, infraestructura
de bases y pertrechos, sin descuidar tampoco las aciones de repliegue.
Esto significa que las instancias del partido que realizan
trabajo de masas, además de convertirse en la fuente de aprovisionamiento
de cuadros para las diversas estructuras de milicias, comandos y ejercito,
tienen que contar con una poderosa y eficiente estructura de cuadros y
mandos militares especializados en esta forma particular de confrontación
en los marcos de la Guerra Revolucionaria del Pueblo.
Concebido así el trabajo de masas del partido
es necesario combatir toda tendencia que considere el trabajo de
masas como una actividad de menor riesgo, de menor esfuerzo
y aun ciertas concepciones legalistas del mismo. Los riesgos y esfuerzos
en el trabajo de masas son tan iguales a los que se esta expuesto en cualquier
otro nivel de la estructura partidaria si es que aquel es visto y concebido
como un trabajo para incorporar realmente a las masas al proceso de guerra
revolucionaria que llevamos adelante.
EI avance en la construcción de la autodefensa, el paso de las masas en convertirse en la base real y masiva del ejercito revolucionario y también su transformación en milicias populares que son las que asumirán el esfuerzo principal en la insurrección del pueblo mismo (insurrecciones que pueden ser parciales en determinadas regiones del país o generalizada a nivel nacional y de duración transitoria o prolongada), es la tarea estratégica del trabajo en el seno de las masas.
EL PARTIDO Y LAS ORGANIZACIONES NATURALES DE LAS MASAS
Como ya se ha señalado, nuestro trabajo en las masas parte del reconocimiento de que son ellas, con su múltiple capacidad de creación, las que se van dotando de sus propios organismos de lucha. Nosotros vivimos en el interior de ellas y trabajamos por ser la parte mas avanzada de las mismas, el accionar del conjunto de nuestra estructura: ejercito, comandos, milicias y grupos de autodefensa, tienen como eje de su accionar incidir en este sentido.
Buscamos el fortalecimiento de las organizaciones de las
masas a partir de un trabajo político sostenido en las bases misma.
En la medida que nuestro trabajo sea eficiente y sólido, debemos
asumir los trabajos de centralización para de allí impulsar
los saltos cualitativos del conjunto del pueblo.
Por eso es que sostenemos que hay que fortalecer las
centrales sindicales de los trabajadores del campo y la ciudad, buscando
superar sus limitaciones combatiendo en su seno las posiciones que entraban
su desarrollo las que provienen tanto del reformista como del dogmatismo
ultraizquierdista.
Trabajamos para que sean estos niveles de organización
los que asumen y centralicen las tareas de la autodefensa de masas. Pata
nosotros la independencia política de clase significa independencia
frente a los explotadores pero también, conforme avanza la lucha
revolucionaria y la conciencia popular, su independencia es en el sentido
de no ser parte de ninguna estructura partidaria, pero su accionar tiene
que estar en marcado dentro de la estrategia revolucionaria de todo el
pueblo.
CENTRALIZACION DE LAS MASAS Y PODER POPULAR
EI avance del movimiento popular también es medido
por la forma y contenido de su nivel de centralización.
Nuestro pueblo ha conseguido avances en este camino cuyo
nivel de expresión máximo son los frentes de defensa a nivel
regional y local y la Asamblea Nacional Popular a nivel Nacional.
Esta lucha por la centralización es, en primer
lugar, para potenciar las luchas de las masas pero va mas allá de
ello; significa potenciar el trabajo del pueblo para construir
su poder alternativo. Ello significa trabajar para que esos organismos
de centralización territorial o sectorial se expandan por todo el
país en una verdadera red que vaya desde la centralización
local hasta el nivel nacional constituyendo un verdadero tejido organizativo
que actúa permanentemente y sea una instancia representativa de
todo el pueblo con autoridad para dirigir sus luchas. Significa que las
batallas a librar deben ir avanzando de las simples reivindicaciones económicas
hacia las luchas políticas y los niveles revolucionarios incorporando
a su estructura la autodefensa popular como método y forma de lucha
en las confrontaciones sociales que avance hacia la formación de
las milicias populares. En la medida que se logren frutos y avances en
esa dirección, el proceso de centralización devendrá
en la constitución de los embriones de poder popular.
Pero existe, además, otra fuente de nacimiento de los embriones de poder popular, es la guerra revolucionaria misma. En nuestro país donde históricamente hay un país oficial y otro real conforme avanza la lucha armada y va debilitando el poder burgués y lo va resquebrajando política y militarmente es necesario ir constituyendo embriones del nuevo poder. La solidez o funciones de ese nuevo poder esta en estrecha relación al desarrollo de la fuerza militar revolucionaria y la lucha de clases. La crisis económica, política y social puede generar eclosiones sociales de tal magnitud que ponga bajo el control de las fuerzas revolucionarias zonas territoriales integras, en cuyo caso esos embriones tendrán que jugar el papel de poder real, siendo un paso ya decisivo en la construccion dei nuevo Estado.
La llegada de las columnas guerrilleras en zonas del campo, generan también condiciones para que se establezcan poderes populares aun embrionarios que sin romper total y físicamente con el país oficial sin embargo tiene que ser aceptado en los marcos del sistema en la medida que no exista otra forma de poder en esas zonas, este tipo de poder tendrá que luchar frontalmente contra los intentos de establecer poderes terroristas y paramilitares o la política de exterminio, lo cual implica el establecimiento de sólidos niveles de autodefensa y milicia popular para su defensa, sin este prerequisito solo se expondria a las masas al exterminio sin posibilidades de defenderse como viene generando la politica de República Popular de Nueva Democracia de SL que aprovecha el vacío que temporalmente se genera en determinadas zonas para establecer esa "nueva democracia" que cuando llegan las fuerzas del enemigo solo sirven para justificar los genocidios.
En todos estos casos, el MRTA se compromete firmemente, no so1o a defender la construcción del poder popular alternativo; sino que ellas se forjen sobre la mas absoluta libertad de las masas para elegir sus autoridades, los revolucionarios ganaran ese cariño sobre la base de su ejemplo, su trabajo, su firmeza en el combate, su intransigencia con la injusticia, su disposición al sacrificio. Rechazamos por eso mismo la metodología autoritaria con que el PCP (SL) impone su "nueva democracia" que llega en la mayoría de los casos a ilegalidad y destruir las organizaciones naturales forjadas por las masas con mucho sacrificio y a perseguir y asesinar criminalmente a sus auténticos dirigentes.
EL MRTA Y LAS FORMAS DE LA LUCHA DE MASAS
Teniendo a la lucha armada como eje de nuestra acumulación
de fuerzas, el MRTA sostiene que todas las formas de lucha del pueblo son
validas en tanto y en cuanto se articulen con dicho eje fundamental.
Las diversas formas de lucha, incluyendo las legales,
deben ser aprovechadas al mismo para elevar la conciencia revolucionaria
del pueblo.
Considerando que los espacios legales han sido ganados
por el pueblo tras duras luchas, es licito que este los defienda y aproveche
revolucionariamente; sin embargo no debe confundirse espacios legales con
exclusivos trabajos electorales parlamentarios y municipales. Existe también
la lucha gremial, social, en los medios de comunicación, en la legalidad
de hecho del frente político.
Al mismo tiempo debemos recurrir en toda su potencialidad
a las formas de lucha directa de las masas pues ellas deben ser la escuela
de la autodefensa para los mas amplios sectores del pueblo.
Pero la organizaci6n de masas y las masas mismas no deben
dejar de usar formas de lucha ilegales. Estas formas de lucha adquieren
especial importancia y peso frente a la actuación de los grupos
paramilitares derechistas. De ahí la necesidad de utilizar métodos
secretos y compartimentados (pseuddnimos, buzones, bases, etc.), métodos
que debemos de tratar de generalizar también en el trabajo con las
masas.
En resumen, no existe ninguna forma de lucha que pueda ser descartada apriori si es que antes no se examina diversas formas para engarzarlas con el eje fundamental de la lucha armada y como puede contribuir a su desarrollo.
EL PARTIDO Y LOS ISTRUMENTOS INTERMEDIOS
EI partido revolucionario político militar que esta en guerra frontal con las clases dominantes, tiene que saber organizarse en la forma mas segura posible para dificultar todos los intentos de las fuersas represivas orientados a liquidar a la vanguardia. Para esto, es imprescindible que este lo mas íntimamente ligado a las masas. Esta situación es la que determina que a partir de la existencia del partido como núcleo central, se constituyan una serie de instancias intermedias de relación con las masas de tal manera que esas herramientas sirvan como mecanismos del partido para un trabajo de masas eficiente.
La principal instancia intermediaria es el Frente Político
de Masas, cuyas tareas principales son:
Difundir la línea y las directivas del partido
en la forma mas amplia posible;
Servir de cantera de cuadros para las instancias partidarias;
Trabajar planificadamente la unidad en la acción
de las masas y los diferentes niveles del partido;
Organizar a las masas revolucionariamente, lo cual significa
que el Frente Político tiene su propia dinámica de acción
y desarrollo sin estar limitado sólo a ser cantera de cuadros ni
correa de transmisión.
Por ello, en el movimiento de masas deben estar organizados, además de los militantes, otros compañeros con los cuales compartimos posiciones básicas, pero no toda la posición partidaria. En el partido la unidad es política y además ideo1ogica y es para la lucha revolucionaria armada. En el nivel de frente de masas hay que conseguir la unidad política y en la acción para la autodefensa y agrupar en la forma mas amplia y flexible a todos aquellos que estén dispuestos a ello.
EL PARTIDO Y LA POLITICA DE ALIANZAS
Debemos de tomar en cuenta dos aspectos escenciales de nuestra estrategia:
a.- La revolución no es obra exclusiva de la vanguardia sino de todo el pueblo que en un momento determinado, cuando se produce la situación revolucionaria, vuelca la mayoría de sus fuerzas a la revolución. Lógicamente no podemos pensar que todos los elementos del pueblo sean revolucionarios consecuentes. En las masas están presentes elementos atrasados, vacilantes, hasta oportunistas que habiéndose resistido a la revolución, se sumaran con entusiasmo cuando ella sea visiblemente victoriosa; esa es la experiencia universal.
b.- En la guerra uno de los objetivos centrales es como evitar que el enemigo nos aisle para golpearnos más fácilmente, y por el contrario, cómo nosotros tenemos la capacidad de aislarlo para golpearlo con mas facilidad. Para ello, tenemos que ganar en cada momento aliados aunque sean temporales y en la medida que avance la revolución ir ampliando el radio de la unidad estratégica. En ello se mide el grado de fortaleza y madurez de una organización revolucionaria. Cuanto mas fuertes seamos, debemos ser más amplios; cuanto más duros sean nuestros golpes, debemos ser más flexibles con otras fuerzas del campo popular. EI sectarismo rebela debilidad y con e1 se pretende ocultar deficiencias e incapacidad.
En nuestra patria, como consecuencia de diversos factores y problemas, existe dispersión en la izquierda; sin embargo en los últimos años se ha dado un proceso de reconcentración del que surgieron dos polos: Izquierda Unida marcada por el legalismo reformista y el PC del P (SL) marcado por posiciones dogmáticas ultraizquierdistas ambos expresan desviaciones pequeño burguesas en el campo popular; ambos, en el fondo, tienen temor a una revolución auténticamente proletaria y popular.
Por eso practican cierta política de "salvación
de las masas" por parte de los líderes o aparatos partidarios, sin
embargo es importante tener en cuenta ciertas particularidades
que se dan dentro de ellos:
- Izquierda Unida tiene en su seno amplios sectores (se
han registrado más de cien mil afiliados) influencia de masas, que
en gran mayoría están por la revolución. Están
allí en ese frente porque aun no ven formas concretas que puedan
engarzar sus luchas y aspiraciones con un proyecto estratégico de
poder, que autocriticamente hemos desarrollado aun insuficientemente, o
simplemente tienen temor frente a los sacrificios de la lucha revolucionaria.
Hay que tener en cuenta que existen diversas corrientes y matices dentro de ese frente. Hay quienes han asumido abiertamente la defensa del sistema y sirven de colchon político para las aspiraciones de elementos desclasados que se han pasado a aliarse con el enemigo, tal es el caso de A. Barrantes L.; otros que mantienen posiciones vacilantes; hasta los que, sin abandonar las posiciones vacilantes propias de la pequeño burguesía, avanzan con dificultades hacia propuestas revolucionarias definidas.
Dentro de los sectores que participan o apoyan al PC (SL)
hay muchisimos que lo hacen porque ubican a esa organización
como el único polo de referencia de lucha armada (magnificado por
la propaganda de los medios de comunicación de la derecha); también,
en muchos casos, obligada forzadamente por el autoritarismo del PCP (SL).
Dentro de esos sectores hay campesinos, obreros y jóvenes muy honestos
y decididos que proceden de estratos muy pobres y marginados, que no están
de acuerdo con la política de imposición que SL desarrolla
dentro de las masas, con las provocaciones para agudizar contradicciones,
en ciertas circunstancias, muchas veces desfavorables y que llevan al agotamiento
luchas sindicales sectoriales por ellos dirigidas, las mismas que han desembocado
en fracasos. Esos militantes o simpatizantes descontentos o que mantienen
posiciones criticas; son susceptibles de ser ganados para nuestro proyecto
revolucionario y debemos hacer un trabajo persistente en esa dirección.
Es probable que frente a estas corrientes y posiciones
se produzcan nuevas crisis y reorientaciones dentro de la izquierda,
particularmente en IU donde existen tendencias hacia la redicalización
no só1o en bases sino en importantes sectores de cuadros.
Por todo lo anterior es importante desarrollar una política
sistemática de alianzas a ser implementada por la organización
y el frente de masas. Para ello hay que tomar en cuenta algunos pasos importantes:
Es necesario iniciar una política sistemática
de unidad de acción planificada sobre ejes que la situación
política nos impone impulsar. Para dar estos pasos, no es necesario
que estas fuerzas se definan como revolucionarias. Basta con que constatemos
que es posible lograr algunos acuerdos de unidad para:
- Construcción, impulso y acciones de autodefensa
de masas.
- Impulso y apoyo a las luchas populares.
- Impulsar, reactivar y fortalecer la Asamblea Nacional
Popular.
- Defensa de los Derechos Humanos y Libertades Democráticas.
- Lucha contra las bandas paramilitares de derecha. En
estos niveles de alianzas y unidad de acción se presentaran discrepancias
y contradicciones que debemos saber manejar con habilidad.
- Conforme ganemos una correlación de fuerzas
mayor en las masas, es decir vayamos convirtiendo a nuestros frentes de
masas en el polo alterativo de organización del pueblo, esa política
podrá lograr niveles mas sostenidos con las organizaciones que tengan
más disposición para avanzar en la unidad.
-.Cuando la correlación de fuerzas política,
militar y de masas nos favorezca, es decir cuando hayamos pasado en la
guerra a la ofensiva general, entonces será posible la conformación
de una unidad orgánica sólida y de sentido estratégico
con las diversas fuerzas del campo popular, pues ya entonces podremos imponer,
en forma natural y voluntaria, nuestra hegemonía y garantizar la
orientación revolucionaria del frente.
Esto no significa que en etapas anteriores no se pueda
lograr niveles de unidad tácticos orgánicos con fuerzas de
izquierda en determinadas coyunturas de la lucha. La propia lucha de clases
puede imponer saltos en este proceso hacia lo cual debemos tener siempre
una actitud abierta, siempre la realidad es mas rica que las propuestas
teóricas. Existe un proceso dialéctico entre la unidad táctica
y la unidad estratégica, se alimentan mutuamente, de la primera
se avanza hacia lo segundo.
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