Logo de MRTA

¿UN RETROCESO?

No sorprende la decisión tomada recientemente por el Consejo Supremo de Justicia Militar, sobre el caso de la periodista norteamericana Lori Berenson, en tanto que el gobierno esta acostumbrado a tomar decisiones políticas siempre y cuando esta le permitan seguir manteniéndose en el poder y mejorar su imagen ante la Comunidad Internacional. La misma dictadura que interesadamente y como un acostumbrado acto de venganza condenó a la periodista a cadena perpetua, en un juicio sumario en el que, como miles de peruanos detenidos, no tuvo derecho a la defensa ni se respeto el debido proceso, en los que rápidamente hubiera podido demostrar, que no pertenecía al MRTA y mucho menos a la Dirección Nacional Tupacamarista.

Porque decimos que la condena a Lori Berenson fue un acto de venganza? Porque al momento de su detención y conociendo que el motivo de su viaje a Perú fue el de profundizar el conocimiento de la verdad de lo que acontecía en nuestro país. A la periodista Berenson le  propusieron a cambio de su libertad, decir que el MRTA era una organización terrorista. Lo cual por algunas entrevistas previas realizadas y por situaciones objetivas observadas por ella a lo largo del territorio, no era cierto, como no era cierto que el pueblo viera en el MRTA una organización terrorista y no acepto esta infame propuesta y con indignación provocada por la propuesta y las presiones de las que fue objeto, dijo: "El MRTA no es una organización terrorista y a mi se me condena por amar a este pueblo...". Esa defensa publica de la verdad sobre una organización satanizada por la dictadura fue y es lo que la dictadura no puede perdonar a esta joven periodista norteamericana.
Defender la verdad en un país cuyo gobierno hace uso de la mentira como arma política, le ha costado 5 años de su juventud en las celdas de las peores prisiones del mundo, las peruanas, que no tienen las mínimas condiciones para albergar seres humanos, celdas que de por si son una forma de tortura permanente y que no se habían usado en el mundo desde los tiempos del nazismo. Prisiones que hoy conmueven a los personajes mas endurecidos de la Comunidad Internacional.
Este nuevo proceso a la periodista Lori Berenson tiene una sola posibilidad de no ser una burla mas de la justicia, si es que las organizaciones de Derechos Humanos y la Comunidad Internacional consiguen que el régimen dictatorial de Fujimori garantice el debido proceso, juicio publico, tribunal imparcial y derecho a la defensa, con presencia de observadores internacionales.  Que constate la legalidad de los procedimientos y la autonomía del poder judicial.
El paso dado por la dictadura en el caso de Lori Berenson, no motiva la esperanza del cumplimiento ni siquiera de sus propias Leyes hacia los mas de 3000 presos políticos de los sectores populares, que fueron acusados de pertenecer a la guerrilla, para acallarlos y con ello aterrorizar al resto de la población, con un programa psicosocial que hizo sospechoso de guerrillero o terrorista a todo-a ciudadano-a, opositor al régimen; a quienes se detenía sin tener ninguna prueba, este después de haber sido detenido arbitrariamente, torturado y sentenciado en 72 horas por un tribunal civil o militar de jueces sin rostro, desde la cárcel debía demostrar su "inocencia".
Mucho menos podremos pensar que nuestros hermanos injustamente presos por defender las ideas de libertad y dignidad de nuestro pueblo, que hicieron uso del derecho constitucional de insurgencia, para combatir a un gobierno que no respetó la voluntad y los intereses populares y devino en dictadura. Los prisioneros de guerra, militantes tupacamaristas, se levantaron en armas para defender a su pueblo en concordancia con el precepto constitucional del derecho a la insurgencia y respetando las leyes de la guerra, tipificadas en la convención de Ginebra y sus protocolos adicionales, para conflictos internos que esta dictadura y sus ayayeros desconocen y violan sistemáticamente.

Sin embargo el ejemplo libertario, digno de quien no se vende, ni se arrodilla ante la injusticia y la corrupción del Padre de nuestra nacionalidad y rebeldía, crece hoy en las mazmorras de la dictadura con el ejemplo de quienes en condiciones de indefensión total, siguen manteniendo las banderas tupacamaristas de la libertad y la dignidad bien en alto. Dignidad, palabra que ha sido borrada del diccionario de la dictadura y de la ilustre dama de la Academia, de sus ayayeros y tránsfugas. Aquellos que han violado las tres leyes fundamentales de nuestros antepasados: Ama sua, Ama quella y Ama llulla.
Solo este pueblo trabajador y milenario es capaz de restituir el orden natural, donde la explotación y opresión del hombre por el hombre solo sean un mal recuerdo del pasado, poniéndose fin a la corrupción y el autoritarismo.
La libertad de nuestro pueblo y de nuestros presos será obra del pueblo Tupacamarista, que movilizándose desde las cuatro regiones del mundo va uniendo las miembros del disperso cuerpo de Túpac Amaru y al unirse con la cabeza nos ha de llevar a nuevos tiempos, a los tiempos de Incarri, a los tiempos de Pachacutic, para volver a refundar un país verdaderamente nuestro donde la Paz, sea hija de la justicia social por la que tanto ha luchado nuestro pueblo y por la que estamos dispuestos a seguir luchando, con todos los medios a nuestro alcance, los de nuestra palabra, de nuestra movilización, nuestra organización y las armas que le arrebatemos a los corruptos, a los que hoy se enriquecen con la miseria y el sufrimiento de nuestro pueblo.

EL PUEBLO DE TUPAC AMARU CON LA MASCAIPACHA EN ALTO HA ECHADO A ANDAR !
ESTA ES LA HORA DE LOS PUEBLOS, ESTA ES LA HORA DE LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!
TUPAC AMARU VIVE Y VENCERA!


Algunos artículos PUBLICADOS en los Diarios de nuestro País

1. Demostrando que hace denodados esfuerzos por no perder la iniciativa de la agenda política, el gobierno sorprendió ayer nuevamente al país con la decisión del Consejo Supremo de Justicia Militar de derivar al fuero civil el caso de Lori Berenson, y de paso anular la sentencia de cadena perpetua en su contra. Decimos además "el gobierno", porque es obvio que se trata de una decisión política y no jurídica y que como tal responde a los intereses que hoy están en juego y que nos muestran a un gobierno arrinconado en un marasmo de errores y apetito de poder.

Con ello, la atención ciudadana se deriva, como es inevitable, a este nuevo caso y automáticamente comienza su etapa de licuación aquel otro que el mismo gobierno soltó y que era el sonado tema de tráfico de armas, del cual, como una auténtica Caja de Pandora, no han dejado de salir sorprendentes y reveladores episodios. Este a su vez, no lo olvidemos, pretendió correr hacia un segundo plano el diálogo de la OEA entre la oposición y el gobierno, el que sirvió, en su momento, para silenciar los ecos del fraude electoral de abril y mayo, del cual hoy muy pocos hablan.

Es conocido que los Estados Unidos ejercían presión sobre el gobierno para dar una solución al tema de su compatriota, pero no creemos que la decisión de la máxima instancia judicial militar -léase el gobierno- sea consecuencia directa de esta presión, sino más bien un hito en la estrategia del gobierno para suavizarla, hacer un "gesto" hacia la comunidad internacional, retomar la iniciativa política en el marco de pintarse de democratizador y, como decimos, sacar de la atención principal el tema del tráfico de armas, que a todas luces había ya estallado en las manos del gobierno, con grave crisis de credibilidad interna y escándalo internacional.

Esta decisión demuestra, además, que la tan mentada "soberanía" que se reclamaba para justificar un censurable retiro del Perú del ámbito de la Corte Interamericana de Derechos Humanos era una falacia. Lori Berenson va a pasar al fuero civil y ello no ha significado ni liberarla, ni que recrudezca una ola de coches bomba en el país, como demagógicamente repetían los mastines del régimen.

Demuestra también que cuando muchos sectores argumentábamos que sí había que ser duros con el terrorismo, pero sin errores y sin demagogia y por tanto decíamos que condenar a un extranjero por traición a la patria era un absurdo, no sólo no estábamos equivocados, sino que nuestras aseveraciones no eran para petardear la política antisubversiva del gobierno sino, por el contrario, para sugerirle patrióticamente, la adopción de medidas legales y constitucionales.

Es más, tal como este caso ha terminado desenvolviéndose, se cae como un castillo de naipes uno de los argumentos más reiterativos del fujimorismo para justificar el golpe de estado de 1992, cual es el que con las leyes entonces existentes no podía condenarse a los terroristas y que el Poder Judicial era incapaz de hacerlo. Así, en lugar de dotar a jueces y fiscales de garantías para su seguridad, se buscó el camino de tomar todo el poder para ejercerlo sin fiscalización ni contrapesos, como viene ocurriendo hasta la fecha.

El gobierno ha retrocedido evidentemente y las palabras con las que el jefe del estado se mostraba duro e inflexible contra el terrorismo, lo sabemos hoy, fueron dichas sólo electoralmente.

2. Soberanía selectiva

Quizás tan ilustrativa como un nuevo comentario sobre el caso de Lori Berenson resulte la lectura de una columna que publicamos aquí mismo en enero de 1996, cuando empezaron las presiones. Las circunstancias han cambiado, pero los temas de fondo no tanto.
La protesta norteamericana por el caso de Lori Berenson y la respuesta peruana son ilustrativas: un gobierno sometido al exterior en lo económico buscando hacerse el independiente en el tema de los derechos humanos. La protesta de Washington por la militarización de buena parte de la justicia peruana no es nueva: el caso Berenson simplemente la ha puesto en foco.
El gobierno quiere presentar esto como un asunto de soberanía nacional y de igualdad ante la justicia. Algo que sería convincente si no se hubiera firmado los convenios OPIC y MIGA, que entregan la decisión final en todo conflicto del Perú con inversionistas extranjeros a tribunales de fuera, para luego entregar el país a esos inversionistas.
De modo que en la famosa era de la globalización y del fin de los Estados Nación no se nos va a convencer de que aquí el tema es la soberanía (o hasta la unidad nacional, como propone Manuel D'Ornellas). El tema evidentemente son los derechos humanos. No sólo los de los norteamericanos, sino antes y  sobre todo los de los peruanos.
En realidad no se necesitaba al Departamento de Estado para saber qué ha venido significando aquí la justicia militar aplicada a civiles: sobre todo la imposibilidad de una defensa cabal y en consecuencia numerosos casos de condenas a inocentes. Los primeros en criticar este estado de cosas hemos sido los propios peruanos, aunque quizás no lo suficiente.
Sin duda el Perú tiene derecho a juzgar a un extranjero de acuerdo a sus leyes, como si de un compatriota se tratara. Pero cuando la acusación es "traición a la patria" la cosa se vuelve algo bufa. Lo mismo cuando una subversiva del monte termina recibiendo, en un juicio que dura unas pocas semanas, la misma condena que Abimael Guzmán.
Sorprende que tantas figuras con credenciales  progres hayan elegido los derechos humanos para practicar su antiimperialismo, en lugar de hacerlo en la economía.
De pronto los jueces del fujimorismo se han vuelto "nuestro ordenamiento jurídico" y el pedido de Estados Unidos de un juicio justo ha pasado a ser una intromisión extranjera.
Algunos defienden este estado de cosas con el argumento de que el país ha sufrido mucho a manos del terrorismo. Es cierto, pero el argumento olvida que objetivos prominentes de ese terrorismo son la militarización de la sociedad y la cancelación de los derechos ciudadanos, todo en nombre de la soberanía y la unidad nacionales.
Lo que la ciudadanía debe rechazar, además del terrorismo (autoritario por definición), es el doble standard que nos hace internacionales y liberales a la hora de servir a las empresas, pero nacionales y autoritarios a la hora de relacionarnos con la persona humana. Al menos Washington es consistente: busca intervenir en todos los aspectos.

3. Fujimori: no tenía categoría de cabecilla

Gobierno dice ahora que Lori Berenson sólo era una militante del MRTA
El presidente Alberto Fujimori afirmó que no hay trasfondo político ni negociación con Estados Unidos en la resolución del Consejo Supremo de Justicia Militar (CSJM) que anuló la sentencia a cadena perpetua y pasó al fuero civil a la emerretista estadounidense Lori Berenson.
Fujimori manifestó que ha sido una decisión «autónoma» del CSJM en base a nuevos «elementos de juicio» que calificarían a Berenson como militante o simpatizante del MRTA pero no como cabecilla.
«El hecho de que pase al fuero civil no quiere decir que va a ser liberada -dijo-,porque en el ámbito del Poder Judicial civil el delito de terrorismo está también penado con un mínimo de 20 años y también puede llegar a la cadena perpetua».
El mandatario dijo no conocer esos «nuevos elementos» por la reserva de las resoluciones en el fuero militar.
Berenson, según el ministro Alberto Bustamante, fue trasladada ayer del penal de Socabaya (Arequipa) a Lima después de que el Vigésimo Juzgado Penal en el fuero común le abrió instrucción.
Sin embargo, desde Arequipa se informó que fuentes allegadas al penal así como los vecinos del lugar coincidieron en señalar que en las últimas horas no habían advertido movimiento policial inusual ni nada que permita indicar el traslado de un recluso de la importancia de la Berenson hacia Lima.

4. Caso chilenos

Fujimori estuvo acompañado en la conferencia de prensa por el presidente del Consejo de Ministros, Federico Salas, el ministro de Justicia, Alberto Bustamante, y el ministro de Trabajo, Edgardo Mosqueira.
Asistido por Bustamante y Mosqueira, Fujimori afirmó que en el caso de los cuatro terroristas chilenos no procedería un traslado al fuero común porque la razón que esgrime la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) es que no tuvieron el debido proceso. Precisó que la resolución en el caso Berenson no pone en tela de juicio el debido proceso.
Mosqueira, sin embargo, reconoció que la posibilidad de que los chilenos presenten un recurso de revisión al CSJM, como la defensa de Berenson, «está abierta en la ley». «No la ha abierto el CSJM (con la resolución en favor de Berenson), ya está en la ley».
Consideró que para que se acepte el recurso en este caso es muy difícil porque los terroristas chilenos habrían confesado formar parte de la dirigencia del grupo terrorista. «No tienen elementos nuevos de juicio para hacer una revisión», agregó Fujimori diciendo además que «la posibilidad era remota».
Cuando se le dijo que tiempo atrás parecía remota la posibilidad de un juicio en el fuero común para Berenson, señaló que no se puede hablar sobre hipótesis.
Bustamante acotó que el recurso de revisión se puede interponer en situaciones muy excepcionales. Reconoció que no es la primera vez que se utiliza este recurso y recordó el caso de Ruiz Conejo, que estuvo recluido en el penal de Yanamayo, pero al declararse procedente su solicitud pasó a la Corte Suprema.
Precisó, sin embargo, que no hay ningún convenio vigente que permita el traslado de internos de un país a otro para el cumplimiento de su condena.

5. Amenazas a periodistas

Fujimori, los tres ministros y el canciller Fernando de Trazegnies se reunieron en la mañana con la misión de la Sociedad Interamericana de Prensa que vino al Perú para analizar el problema de la libertad de prensa.