Contra la Invasion


URGENTE, URGENTE, URGENTE

CONTRA LA INVASION.

Todas las informaciones que nos llegan coinciden en que se esta preparando la invasion militar de la
Republica Federal de Yugoslavia por parte de las fuerzas imperialistas de los USA-IV REICH-OTAN.
¡Denunciar y movilizar!
¡Denunciar y movilizar!
¡Denunciary movilizar!
¡Abajo la agresión nazi de los imperialistas contra Yugoslavia!
¡Es la repeticion del aniquilamiento del getho de Varsovia en la 2ª Guerra Mundial y, ahora, a escala
de una nacion y ante la vista de todo el mundo
COMUNISTES de CATALUNYA
Barcelona 16 abril de 1999
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COMUNISTES de CATALUNYA difunde y hace suyo el siguiente texto:

Por la formación de Brigadas Internacionales que defiendan Yugoslavia

EL PARTIDO DE LA LIBERACION (P.L.) DE ARGENTINA

CONDENA LA GUERRA DE AGRESION DE LA OTAN EN YUGOSLAVIA

Desde el 24 de marzo último, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) está
tirando una lluvia de misiles a Yugoslavia, un país soberano y cofundador de la ONU en 1945.
Las bombas son disparadas por los 500 aviones que la OTAN despliega desde sus bases
norteamericanas, inglesas, italianas y turcas; así como desde una treintena de barcos de guerra ubicados en el Mar Adriático, encabezados por el portaaviones USS "Theodore Roosevelt". Como si semejante maquinaria bélica fuera poca cosa, el Pentágono añadirá 300 aviones extras para intensificar los bombardeos.

Hasta el 15 de abril, los muertos han sido más de 400 y los heridos, miles. Si bien el saldo de
víctimas humanas es lo más tremendo, también es terrible la destrucción material que los agresores imperialistas han provocado en Yugoslavia, tanto en sus repúblicas de Serbia y Montenegro, como en sus regiones de Kosovo y Vojvodina. Han devastado fábricas, puentes, caminos, vías férreas, refinerías, centrales de calefacción, edificios gubernamentales, estaciones de radio y televisión, escuelas, academias militares, monasterios, etc.

El blanco principal de la agresión es la población civil. Los cabecillas de la OTAN han tenido
que reconocer por lo menos ocho masacres que calificaron de "errores". El 5 de abril mataron
a tres personas al destruir con misiles el Puente de la Libertad, sobre el Danubio, en Novi Sad
(Vojvodina). El 6 de abril mataron a 12 personas con misiles que cayeron en un barrio de
Aleksinac (Serbia). El 7 de abril cayó un misil en una zona residencial de Pristina (Kosovo),
provocando 12 muertos. El 8 de abril otro misil pegó contra el centro médico de Zlatibor
(Serbia), segando la vida a tres personas. El 9 de abril fueron heridos 128 obreros de la fábrica
Zastava, en Krasgujevac. El 11 de abril otro misil dio en viviendas de Podujevo (Kosovo), asesinando a tres hombres. El 12 de abril fue bombardeado un tren de pasajeros que pasaba por el puente de Grdelica (Serbia), con un saldo de 10 muertos. El 13 de abril fue impactado un centro ortopédico ubicado cerca del hospital militar de Zlatibor (Serbia), provocando 20 heridos.

El 14 de abril se produjo la masacre más tremenda, y paradojalmente contra los albano-kosovares que el imperialismo dice defender. Los aviones de la OTAN dispararon contra una columna de refugiados albano-kosovares, causando entre 75 y 100 muertos en Djakovica (Kosovo). En un principio, el general Wesley Clark, jefe militar de la entidad, no quiso admitir la matanza, argumentando que sus aparatos atacaron a una columna militar, pero la realidad mostró que el blanco fueron los civiles. Fue, como mínimo, el noveno y más terrorífico "error" de la serie (léase masacre) y eso que se vanaglorian de utilizar "armas inteligentes" con un margen de error de sólo 6 metros.

Cada día de bombardeos le cuesta al imperialismo 330 millones de dólares. Quiere decir que
sólo en la primera noche Washington despilfarró la misma suma de dinero que dedicó a todos
los damnificados por el huracán Mitch, la mayor tormenta de dos siglos que provocó más de
10.000 muertos y 22.000 desaparecidos.

El banco estadounidense Lehman Brothers ha estimado que un mes de bombardeos costará 3.000 millones de dólares. Si hay invasión por tierra, o si se prolongan los bombardeos, el precio será otro. Por cierto, aunque esta factura será cara a los contribuyentes yanquis y europeos, el complejo militar-industrial de la superpotencia saldrá ganando sumas millonarias. Por algo el presidente Bill Clinton reforzó con 12.000 millones de dólares el actual presupuesto castrense de su país, que asciende a 260.000 millones.

Los imperialistas yanquis y sus aliados europeos han alegado que actúan así para defender los "derechos humanos" de los albano-kosovares.

El argumento no puede ser más cínico. La potencia que mató 3 millones de vietnamitas a lo largo de la guerra de agresión entre 1964 y 1975 no puede argumentar nada que se parezca a derechos humanos. Ni siquiera los garantiza para su propia población hoy en día, ya que 40 millones de sus ciudadanos viven en condiciones de pobreza. Los negros son el 12 por ciento de la población americana pero suben hasta el 50 por ciento del total de quienes purgan condenas carcelarias.

Esta guerra no es una casualidad o una excepción en la política estadounidense, que desde 1962 impuso un bloqueo total contra Cuba socialista. Más recientemente, en 1983 invadió Grenada. En 1986 bombardeó ciudades libias. En 1989 invadió y bombardeó Panamá, asesinando a la población civil. En 1991 armó una fuerza multinacional para agredir a Irak, al que luego bombardeó en varias ocasiones -desde entonces hasta la actualidad-, manteniendo un bloqueo que mata por hambre y enfermedades curables a 5.000 niños iraquíes por mes. En 1998 bombardeó un laboratorio medicinal en Sudán y a zonas de Afganistán.

En fin, la larga cadena de agresiones militares y económicas del imperialismo yanqui, se continúa hoy con un eslabón más, infame, en la guerra de destrucción contra Yugoslavia.
Incluso la capital y otros pueblos de Kosovo han sido bombardeados, lo que cierra el círculo perverso de la mentira de su supuesta "preocupación" por la comunidad albano-kosovar.

Otra forma de desenmascarar la "sensibilidad" de la Casa Blanca y sus aliados es su política sobre asilo de refugiados. Las bombas de la OTAN y el recrudecimiento del conflicto en Kosovo provocaron una huida en masa de los pobladores de Kosovo. Algunos cálculos periodísticos hablan de más 300.000 refugiados. Sin embargo, hasta el momento la Unión Europea no dio cobijo a nadie, según denuncia del gobierno pro-occidental de Macedonia. Y Estados Unidos, que recibiría 20.000 personas a condición de derivarlas a carpas en Guantánamo, Cuba, posteriormente aclaró que eso será en el futuro. Por ahora no abrirá sus puertas a ningún refugiado: sus rostros llorosos son mostrados ampulosamente por sus cadenas televisivas, pero no habrá asilo para ellos en el Primer Mundo.

La verdad es que Estados Unidos quiere devastar Yugoslavia para completar un arco de bases militares que le proporcionen hegemonía en el flanco sudeste de Europa. Ya cuenta con asentamientos en España, Italia, Bosnia, Grecia y Turquía. Al calor de esta crisis logró meter 8.000 soldados propios y de países aliados en Albania y otros 12.000 en Macedonia, a los que habría que agregar la misma cantidad acantonada en Bosnia.

Si logra seccionar Kosovo, ese protectorado colonial servirá como base de maniobra junto a los tres países ex socialistas que en marzo último se incorporaron a la OTAN: Hungría, Polonia y República Checa. Un gobierno adicto en Yugoslavia, si consiguiera su propósito de derrocar al presidido por Slobodan Milosevic, completaría un dispositivo ideal para controlar las rutas petroleras del mundo. Y especialmente, con los Balcanes en su puño, Estados Unidos tendría casi todo listo para dar jaque mate a Rusia. La crisis económica mundial del imperialismo provoca planes de una repartija de Rusia entre las potencias occidentales, en especial sus vastos recursos gasíferos, petroleros, minerales y de infraestructura industrial.

Ese objetivo hizo que el gobierno de Rusia se revolviera inquieto en el Kremlin. Hasta el reaccionario Boris Yeltsin tuvo que decir: "he advertido a la OTAN, a los norteamericanos y los alemanes, que no nos empujen a una acción militar. En otro caso habrá con seguridad una guerra europea y puede que mundial. Quieren llevar tropas terrestres, quieren convertir a Yugoslavia en un protectorado. En esa zona, el mar Mediterráneo y Rusia está cerca de ello.
No lo permitiremos".

Por todo lo apuntado, la guerra en los Balcanes es una guerra imperialista de agresión para dominar el mundo y apropiarse de zonas de su interés económico, político y militar.

El Partido de la Liberación (PL) de Argentina defiende al pueblo yugoslavo y a su gobierno, preferentemente al primero, en medio de la agresión. Saludamos el sentimiento antiimperialista que ha aflorado una vez más en la nación agredida en 1941 por las hordas hitlerianas y que alcanzó su independencia y progreso gracias al socialismo a partir de 1945.

Conmueve ver a los obreros y empleados formar escudos humanos para defener sus fábricas y
puestos de trabajo. Lo mismo con los jóvenes en los puentes de Belgrado, Pancevo, Novi Sad,
Cacak y Sabac, que ponen el pecho para evitar su demolición aérea. Muchos de ellos han
muerto o han sido heridos por la barbarie imperialista.

Saludamos también a las tropas yugoslavas que resisten la agresión, en especial a las baterías antiaéreas que protegen su suelo y población de los misiles. Milosevic estuvo bien al no aceptar el ultimátum de la OTAN, que le quería imponer la retirada de Kosovo y un contingente permanente de 30.000 soldados de una supuesta "fuerza internacional de paz".

Es obvio que el gobierno yugoslavo no es socialista. En todo caso, luego de abandonar definitivamente esa característica en los últimos diez o quince años, tiene un aspecto nacional o patriótico rescatable, sobre todo en medio de la agresión imperialista de que es objeto su país. Nos parece lógico que Yugoslavia no quiera desprenderse de Kosovo, parte importante de su territorio desde el punto de vista histórico y cultural. Pero nos parece mal que en 1989-1990 el gobierno de Belgrado redujera el estatuto de autonomía que gozaban los kosovares.

Y por eso mismo nos parece correcto que el 1 de abril último Milosevic reabriera las negociaciones pacíficas con los representantes políticos de esa comunidad, como la Liga Democrática dirigida por Ibrahim Rugoba. El conflicto entre Yugoslavia y su región de Kosovo debe solucionarse mediante negociaciones pacíficas y previo fin de la agresión de la OTAN.

Como afirmaron los compañeros del Partido del Trabajo de Bélgica-PTB, luego de ser duramente reprimidos por la gendarmería cuando protestaban en Bruselas contra el 50° aniversario de la OTAN: "en Belgrado con Milosevic hay más democracia que en Bélgica".

Los derechos de autonomía, autodeterminación nacional y hasta de separación para formar estados propios, son en principio partes integrantes del movimiento de liberación nacional. De todos modos, como siempre, hay que hacer un análisis concreto para responder a interrogantes específicos: tal separatismo o autodeterminación, ¿debilita al imperialismo o lo fortalece?.

Ya lo advertía Lenin en su tiempo: "Las distintas reivindicaciones de la democracia, incluyendo la de la autodeterminación nacional, no son algo absoluto sino partículas de todo el movimiento democrático (hoy socialista) mundial. Puede suceder que, en un caso dado, lo parcial se halle en contradicción con lo general: en casos tales, hay que desecharlo" (tomo XIX, páginas 257 y 258, citado por Stalin, en "El problema nacional", "Sobre los fundamentos del leninismo", abril de 1924).

Los serbios pueden haber sido excesivamente nacionalistas con los kosovares, aunque hay que destacar la convivencia exitosa de esas dos nacionalidades, más croatas, eslovenos, macedonios, bosnios y montenegrinos, entre 1945 y 1985 dentro de la Repúbica Federativa Socialista de Yugoslavia. Pero también hay que convenir que hoy el escisionismo kosovar del UCK-ELK, lo mismo que ocurrió desde 1990 con el separatismo croata, esloveno y la guerra en Bosnia, fueron alentados por el imperialismo yanqui y alemán, la OTAN, la ONU y el Vaticano.

Los argentinos conocemos por experiencia propia un caso de "autodeterminación" regresiva y
proimperialista, como es el que patrocina el Reino Unido con los 2.000 kelpers que habitan las
Malvinas, un territorio usurpado a nuestra Nación. Nos oponemos a esa "autodeterminación" y
seguimos exigiendo la recuperación de esas islas del Atlántico Sur, ocupadas por la fuerza en
enero de 1833 por el colonialismo británico.

Como dice el historiador alemán André Gunder Frank, "cualquier análisis objetivo de la situación demostraría que no son 400 años de conflicto étnico en Yugoslavia, sino 20, 10 y dos años de acción e inacción criminalmente peligrosos por parte de las potencias occidentales, los responsables por el desastre pasado, presente y futuro. Para empezar, fue la política económica, monetaria y militar de Estados Unidos la principal causante de que se agravara la crisis mundial y de que su mayor peso cayera sobre las espaldas menos preparadas para soportarlo" (Página/12, 4/4).

El UCK ("Ejército de Liberación de Kosovo"-ELK) es una caricatura siniestra de guerrilla. Es un grupo terrorista armado por yanquis y alemanes, prohijado por la OTAN. Cómo será de reaccionario, que el ex asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos en tiempos de Ronald Reagan, Zbigniew Brzezinski, salió a defenderlo en una columna titulada "A la caza del serbio". Además de alentar bombardeos tácticos y una invasión terrestre, propuso "una decisión deliberada por parte de Occidente de armar al ELK. Una decisión de este tipo sería justificada tanto desde el punto de vista político como moral. El ELK en estos momentos lamentablemente no cuenta tampoco con las armas necesarias, en especial en materia de armamento antitanques. Este armamento antitanques podría ser lanzada desede el aire a algunas unidades del ELK" (The Washington Post y Clarín, 4/4).

¿Dónde y cuándo se vio que el imperialismo yanqui apoye, financie, arme y elogie a una guerrilla que lucha por la liberación nacional y social?. Nunca. El UCK-ELK es la punta de lanza anticomunista de la OTAN para tratar de desmembrar a un país soberano con la excusa de que en Kosovo hay resistencia civil y militar al gobierno de Belgrado.

Llama la atención, además, el doble rasero de los imperialistas. Los estados español y francés se niegan a reconocer la independencia del pueblo vasco, existente de uno y otro lado de los Pirineos. Ellos reprimen a la ETA y sectores abertzales (independientistas) como Herri Batasuna, la organización juvenil Jarrai, etc. En cambio, son capaces de imponer una guerra sangrienta en los Balcanes con el falaz argumento de la independencia de los kosovares.

La organización no gubernamental estadounidense IAC, presidida por el ex fiscal Ramsey Clark, ha denunciado que los bombas despachadas por la administración Clinton tienen uranio empobrecido, por lo que provocan grandes incendios y están contaminando con radioactividad al territorio agredido.

La OTAN ha festejado sus 50 años el pasado 4 de abril lanzando más y más misiles en los Balcanes. A los 19 estados que la componen se sumaron como una comparsa mercenaria otros gobiernos del mundo, como el de Carlos Menem, de Argentina. Su representante en el Consejo de Seguridad de la ONU, Fernando Petrella, votó el 26 de marzo por la continuidad de los bombardeos. Menem, al presentar el "libro Blanco" de la Defensa, el 7 de abril, avaló la lluvia de misiles al pedir "que se lleve a cabo todo lo que sea necesario para que vuelva la paz".

Por eso mismo el pueblo argentino, sus fuerzas revolucionarias, los sectores democráticos y populares, la izquierda, etc, no podemos permanecer impasibles ante la guerra en Yugoslavia.
Tampoco podemos limitarnos a emitir algunos comunicados de repudio. Hay que organizar movilizaciones de masas que exijan el fin de los bombardeos de la OTAN en Yugoslavia y la retirada de los efectivos militares de esa Organización en Bosnia, Albania y Macedonia. Que el fin de la guerra permita arribar a una negociación política entre Belgrado y los dirigentes kosovares que no se prestaron a la instrumentación de la OTAN. Que fruto de ese arreglo, los miles de refugiados puedan regresar a sus hogares. Que el imperialismo pague por todo lo que destruyó, en vidas y bienes, en los Balcanes. Que el secretario general de la OTAN, Javier Solana; los generales Wesley Clark y Klaus Naumann, y el comodoro David Milby, entre otros, sean enjuiciados y castigados como genocidas.

El próximo 1° de Mayo es una fecha que se presta a manifestaciones y actos obreros e internacionalistas en Argentina y otros países, teniendo en cuenta que se trata del día internacional de los trabajadores.

Los luchadores antiimperialistas más concientes también tenemos otra posibilidad de expresar la solidaridad activa con el pueblo de Yugoslavia. Teniendo en cuenta la criminalidad de la guerra que están librando los imperialistas y la posibilidad de que se extienda a otras partes de Europa e incluso a nivel mundial, hay que hacer todo lo posible para que los hermanos yugoslavos resistan la agresión.

Por eso el Partido de la Liberación (PL) de Argentina propone a las fuerzas populares y revolucionarias de nuestro país y del movimiento comunista internacional, la formación de Brigadas Internacionales. Estas pueden ir a Yugoslavia en primera instancia para ayudar en la reconstrucción material del país. Y si es necesario, para luchar junto a ese pueblo contra los ejércitos imperialistas, ya que no puede descartarse una invasión por tierra por parte de las fuerzas de la OTAN.

No se puede confiar en una mediación de la ONU, cuyo secretario general Kofi Annan aceptó los bombardeos pese a ser llevados adelante sin autorización de la entidad mundial. Tampoco se puede depender de una ayuda militar rusa, que fue pedida por Yugoslavia casi desde el mismo 24 de marzo y hasta el momento no se ha producido.

La resistencia yugoslava depende ante todo de su heroico pueblo, que es y seguirá siendo el principal protagonista de la lucha, de su gobierno y de sus Fuerzas Armadas. Hay que sostener al pueblo yugoslavo de mil formas, entre ellas con la formación de las Brigadas Internacionales, que rescaten la experiencia positiva del internacionalismo durante la Guerra Civil Española y la lleven a una nueva altura.

Comité Central del Partido de la Liberación (PL) de Argentina, 15 de abril de 1999.

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