archivos de los protestos globales
archives of global protests

US prudent on Bolivia crisis for fear of adding instability
Fri Jun 10, 5:25 PM ET

WASHINGTON (AFP) - The United States is cautious about being dragged into the crisis in Bolivia, where two presidents quit in two years, for fear of feeding anti-US sentiment in a region that has long been seen as a problem, experts said.

ADVERTISEMENT

President George W. Bush's administration encouraged Bolivians to avoid more violence after President Carlos Mesa resigned following weeks of unrest. He was replaced by Supreme Court chief Eduardo Rodriguez, who will guide the country to elections in the next five months.

"Clearly, there was a constitutional process that unfolded last night," State Department spokesman Sean McCormack said.

"There are future steps to come in terms of elections according to the constitution, and we would encourage the Bolivians to continue down that road in a peaceful, democratic, constitutional evolution with regard to resolving the tensions that are existing in Bolivia."

Mesa survived only 20 months after his predecessor Gonzalo Sánchez de Lozada was also toppled in 2003. Both faced mass demonstrations over control of Bolivia's huge gas deposits, second only to Venezuela's in Latin America.

Indigenous peoples, labor and community groups virtually paralyzed the South American country.

Riordan Roett, of the Johns Hopkins University's School of Advanced International Studies in Washington, said there is little that the United States can do.

"We do not have a great deal of influence, if any, with the indigenous leadership. To the degree that the USA is identified with the Washington Consensus, globalization and market economics, the USA is seen as part of the problem, not part of the solution," he said.

The anti-American feelings are so strong that anything the United States said, even with a mind to calm the situation, would backfire, said William LeoGrande of American University in Washington.

"If they were to speak out aggressively against the protests that are going on, it would likely inflame the situation rather than help it," he said.

"The popular movement protests are in large measure motivated by a feeling by many ordinary Bolivians that their country has been ransacked by foreign corporations and most of them from the US, so for the US to weigh in now in any way critical of the popular movement would simply make the situation worse," he said.

However, Otto Reich, former top State Department diplomat for Latin America, said the United States should be involved.

"US and other countries in region have an urgent need to support democracy but we should not confuse the individuals with the institutions," Reich said. "They are under attack from the violent left."

Reich, like his successor at the State Department, Roger Noriega, blames the strife in Bolivia on Venezuelan President Hugo Chavez, and Cuban President Fidel Castro.

"Of course Chavez is part of the problem," he said.

"We have to take in this entire hemisphere a more urgent view of what's happening particularly about South America right now, in the Andesparticularly there's not a country in the Andes that's not in trouble, withthe exception of Chile," he said.

Two other leaders in Bolivia's line of presidential succession, the presidents of the Senate and of the House of Delegates, turned down the interim presidency, Reich said, because of pressures from protest leaders, especially Movement Toward Socialism (MAS) leader Evo Morales.

"Who elected Morales as arbiter of the Bolivian constitution?" he said. EU prudente sobre crisis en Bolivia por temor a generar más inestabilidad

( AFP )
( 2005-06-10 )

Version Espanol

Estados Unidos mantiene cautela frente a la crisis en Bolivia, que ha visto caer dos presidentes en menos de dos años, y hay muy poco que pueda hacer sin alimentar el sentimiento anti-estadunidense en la región y ser visto como parte del problema, dijeron expertos a la AFP.

El gobierno de George W. Bush alentó el viernes a los bolivianos a mantenerse en un camino constitucional tras la renuncia del presidente Carlos Mesa y la asunción del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Eduardo Rodríguez, que debe convocar a elecciones en los próximos cinco meses.

"Claramente, anoche se desarrolló un proceso constitucional", dijo Sean McCormack, portavoz del Departamento de Estado.

"Alentaríamos a los bolivianos a seguir por ese camino en una evolución pacífica, democrática y constitucional con respecto a la resolución de las tensiones", añadió.

Mesa, que se desempeñó antes como vicepresidente, había asumido la jefatura del Estado en octubre de 2003, luego de que violentas protestas contra la exportación de gas dejaron 80 muertos y forzaron la renuncia del anterior presidente, Gonzalo Sánchez de Lozada.

"Está bien ser cauto, por el momento creo que es la mejor salida para evitar la sangre. Estados Unidos debería tener un papel de bajo perfil, discreto, pero en la medida de lo posible debe apoyar a actores que buscan una salida democrática a la crisis", estimó Michael Shifter, vicepresidente del centro de estudios Diálogo Interamericano.

Washington intentó recientemente crear en la Organización de Estados Americanos (OEA) un grupo de monitoreo de la democracia en América Latina para tratar casos como el de Bolivia, pero su propuesta fue rechazada por Venezuela y varios países, sobre todo del Cono Sur.

Un papel más activo de Washington en Bolivia "puede ser totalmente contraproducente", añadió Shifter, recordando lo que sucedió en las últimas elecciones, cuando el líder de la oposición, el cocalero Evo Morales, obtuvo un mejor resultado al esperado luego de que el embajador estadunidense en La Paz lo criticara.

"Las protestas populares en gran medida están motivadas por el sentimiento de muchos bolivianos de que su país ha sido saqueado por empresas extranjeras, la mayoría de ellas de Estados Unidos, y si Estados Unidos critica ahora al movimiento popular, simplemente empeoraría la situación", coincidió William LeoGrande, experto en la región de la American University.

Según Riordan Roett, analista de la Universidad Johns Hopkins, Estados Unidos puede hacer muy poco. "Mientras sea identificado con el Consenso de Washington, la globalización y la economía de mercado, es visto como parte del problema, y no como parte de la solución", afirmó.

Para Otto Reich, ex jefe de la diplomacia estadunidense para Latinoamérica, Estados Unidos debe prestar "atención más urgente" a lo que está ocurriendo en Sudamérica, particularmente en los países andinos.

Según Reich, las instituciones están "bajo ataque de la izquierda violenta "financiada por el presidente venezolano Hugo Chávez, con el asesoramiento estratégico del presidente cubano Fidel Castro.

Recordó que quienes seguían a Mesa en la línea constitucional, el presidente del Senado y de la Cámara de Diputados, rechazaron ocupar el cargo por presiones de manifestantes en las calles liderados por Morales, por lo cual la jefatura del Estado recayó sobre el siguiente en la lista, el titular de la Corte Suprema.

"¿Quién eligió a Morales como árbitro de la Constitución boliviana?", se preguntó Reich.

Su sucesor en el cargo, Roger Noriega, también acusó esta semana a Chávez de financiar a Morales y desempeñar un papel en la crisis boliviana.

En Bolivia "la calle es otro poder, como el Poder Judicial, el Ejecutivo y el Legislativo", resumió Shifter, consultado sobre la gran influencia de Morales. Su poder para tumbar gobiernos constitucionales "es bien preocupante para la democracia", opinó.

Morales reclama la nacionalización de los hidrocarburos y la convocatoria a una Asamblea Constituyente para contrarrestar el deseo de autonomía de las regiones más ricas del este del país.


bolivia | www.agp.org | www.all4all.org