archivos de los protestos globales
archives of global protests

El Nuevo Día : El Presidente no renunciará a su cargo, pese a la violencia y a Mesa
http://www.boliviahoy.com/modules/news/article.php?storyid=5419

La ola de exigencias para que el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada renuncie a su cargo se multiplicó ayer luego de que el vicepresidente Carlos Mesa le quitó su apoyo. Sin embargo, el Primer Mandatario aseguró que no abandonará el mando y recibió el respaldo del MIR, de las Fuerzas Armadas, de 16 países y organismos internacionales, además del empresariado cruceño.

14-10-2003

El Vicepresidente rompió con Goni, pero éste recibió el respaldo de 16 países y organismos internacionales, entre ellos, Estados Unidos y la OEA, además de los empresarios cruceños y de su socio Jaime Paz.

Los pedidos de renuncia llegaron desde los sectores sociales y desde el sistema político. El líder de la oposición, Evo Morales, encarnó esa demanda, la que también se escuchó en las calles de La Paz, El Alto y Cochabamba.

Entre los que pidieron la dimisión del Primer Mandatario están: una fracción de NFR, UCS, los partidos opositores, la COB, Derechos Humanos, campesinos y otros sectores sociales.

En el otro lado, el canciller Carlos Saavedra informó que el Gobierno y la democracia boliviana recibieron el respaldo de 16 organismos, países y entidades de cooperación económica, entre los que se encuentran la Organización de Estados Americanos (OEA), el Mercosur, la Comunidad Andina de Naciones (CAN), México, Argentina, Brasil, Colombia, Estados Unidos, Paraguay y España.

Tras la acción militar que dejó al menos 26 muertos el domingo en la ciudad de El Alto, el vicepresidente Carlos Mesa rompió su relación con el Poder Ejecutivo porque dijo no estar de acuerdo con la forma en que se está manejando el conflicto y convocó al Congreso para analizar la situación del país. Eso sucedió pasadas las 10.00 de la mañana de ayer en su residencia.

Inmediatamente después, un grupo de parlamentarios de NFR, entre ellos, Johnny Antezana, Roberto Fernández, Wilson Magne y la dirigencia cochabambina pidieron la renuncia del Primer Mandatario y anunciaron el repliegue de sus tres ministros.

Sin embargo, la retirada no fue confirmada, salvo por un cable de la Agencia de Noticias Fides que hizo referencia a una declaración de Manfred Reyes Villa, la que no pudo ser confirmada.

Posteriormente se produjo la renuncia del ministro de Desarrollo Económico, el mirista Jorge Torres, quien adujo "diferencias insalvables" con el Presidente.

Paralelamente, el alcalde de El Alto, el mirista José Luis Paredes, convocó a la muchedumbre a "sacar" a Gonzalo Sánchez de Lozada del Palacio de Gobierno.

Con un panorama político desalentador y con los marchistas y los vándalos saqueando en las calles, el Presidente dio un mensaje al país cerca de las 14.00 horas desde la residencia presidencial. Dijo que "Bolivia está en peligro, acecha un gran proyecto subversivo, organizado y financiado desde el exterior para destruir la democracia boliviana. No va a poder; las instituciones de la democracia son fuertes". "Es importante decirle a todo el pueblo de Bolivia que yo no voy a renunciar", señaló.

Luego agregó que "no es posible que se reemplace la democracia con una dictadura sindical (...) para crear un nuevo autoritarismo, una nueva dictadura que va a enfrentar región con región, clase con clase, etnia con etnia. No lo vamos a permitir, se va a reponer el orden y se va a derrotar a los sediciosos". Continuó de la siguiente manera: "Quiero decirle a Evo (Morales), al Mallku (Felipe Quispe) y a toda esta gente que se ha unido a traer violencia, sangre a la familia boliviana, que no van a tener éxito".

Aseguró tener el respaldo de la coalición con sus dos tercios de votos congresales, además de las Fuerzas Armadas y la Policía. El Alto Mando castrense se reunió con el Primer Mandatario antes de ese mensaje.

"Todo está ahí y todos estamos dispuestos a discutir, a debatir, el diálogo es el camino del futuro, es el camino de la prosperidad y de la felicidad, pero va a haber violencia, no van a poder tomar el gobierno en un golpe, en una sedición financiada desde los intereses más bajos del mundo", dijo el Presidente.

Tras la alocución, Evo Morales, el líder de la oposición, dijo que si Sánchez de Lozada se resiste a renunciar es porque "quiere gobernar masacrando".

Por primera vez se arrogó el liderazgo del movimiento social, llamó a las bases a levantarse en contra del Gobierno y a tomar las empresas privadas para devolverlas a manos del Estado.

Luego, Morales rechazó la acusación de estar al mando de un intento de golpe de Estado, lo propio hizo el jefe del MIP y dirigente campesino, Felipe Quispe.

Por la noche, el Presidente dio una entrevista a la cadena de televisión CNN, donde acusó a la guerrilla colombiana y a países como Libia de estar detrás del financiamiento al supuesto golpe.

"Sabemos que no han estado activos, no han estado presentes, pero han estado preparando y entrenando gente, creemos que es parte de este esfuerzo de apoyar a Evo Morales y a Felipe Quispe, que tiene antecedentes terroristas", dijo el Presidente cuando el periodista le preguntó si podría señalar "aquí y ahora" a la guerrilla colombiana.

"Si usted sigue los viajes del señor Evo Morales, que ha recibido importantes premios y condecoraciones de países como Libia, eso es la base de las investigaciones que estamos realizando", agregó cuando el periodista le insistió sobre el nombre de los países que financian actividades desestabilizadoras en Bolivia.

Sobre el alejamiento de Carlos Mesa, el Presidente consideró que "está desorientado".

"Esperamos que va a recapacitar, va a volver al camino y a la defensa de la democracia y no va a seguir contribuyendo queriendo sin querer debilitar lo que es algo que ha cumplido hace algunos días 21 años en Bolivia. Una democracia donde él trabajó como trabajé yo para recuperarla".

Dijo estar abierto al diálogo con los sectores, pero rechazó cualquier acercamiento con Evo Morales, por ser golpista, dijo.

Luego, el Presidente se reunió con su principal socio, el mirista Jaime Paz, quien le ofreció su respaldo "por responsabilidad".

Durante la jornada, diferentes sectores, instituciones y políticos fueron asumiendo posición.

La Conferencia Episcopal de Bolivia culpó de la situación a "las posiciones cerradas que asumen el Gobierno Nacional y los dirigentes de los sectores".

El comunicado de esa entidad señala: "En nombre de Dios dejemos toda actitud de violencia. ¡No podemos seguir matándonos entre bolivianos! Busquemos crear un clima de serenidad para hallar juntos las soluciones".

Los obispos, además piden salvar la democracia porque es "el mejor espacio de convivencia ciudadana". Señalan que se debe escuchar al pueblo y sugieren al Presidente que cese la violencia y que viabilice soluciones urgentes "evitando mayor derramamiento de sangre inocente".

En Santa Cruz, se generaron reacciones de respaldo al Presidente. La Federación de Empresarios de ese departamento emitió un comunicado para expresar su "absoluto respaldo a la institucionalidad, al sistema democrático y al Estado de Derecho, donde debe imperar el respeto a la Constitución". Dos corrientes del MNR oriental rechazaron la actitud de Mesa. El grupo de Juan Carlos Durán espera que haya sido un "lapsus" o, caso contrario, "es una bellacada". El jefe de UCS, Johnny Fernández, que ya se había desmarcado del Gobierno la pasada semana, apoyó la sucesión constitucional de Mesa.

El Vicepresidente rompe con el Ejecutivo

El marginamiento del vicepresidente de la República, Carlos Mesa, de la cúpula gubernamental, no es reciente.

Ya en julio, el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada no respaldó un informe avalado por el Segundo Mandatario acerca de la utilización de soldados para trabajar en una hacienda privada. El reciente cuoteo en los cargos del Defensor del Pueblo y el Tribunal Constitucional provocó una vez más el distanciamiento de Mesa del Primer Mandatario.

Ayer, Mesa dijo que rompió sus relaciones con el Poder Ejecutivo porque no está de acuerdo cómo se manejan los actuales conflictos en el país.

"Sin ninguna duda no toda la responsabilidad es del Gobierno, pero la última sí lo es", dijo.

Mesa fue enfático al declarar que no puede seguir apoyando una situación como la vive actualmente el país.

Aclaró que en ningún momento pensó en dejar su cargo y que la obligación con sus electores es buscar el diálogo.

Mesa señaló que en la medida de lo posible, los congresistas deben reunirse en el pleno.

"No podemos permitir que el Congreso se quede callado ante la situación actual", señaló.

La autoridad recordó que nunca perteneció a ningún partido, por lo que confirmó su condición de político independiente.

2003/10/14 9:28:07


guerra del gas | bolivia | www.agp.org (archives) | www.all4all.org