La ciudad de El Alto continuará, más firme aún, con la resistencia civil frente a la decisión del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada de mantenerse en la primera magistratura. Esta advertencia se materializó ayer con creces.

Juan Melendres, ejecutivo de la Central Obrera Regional (COR) de esa ciudad, y Mario Cori, de la Federación de Juntas Vecinales de El Alto, comunicaron que los alteños no claudicarán, que continuarán con la resistencia civil, pero "armados", hasta que Goni renuncie a la Presidencia.

Cumpliendo lo dicho, en la avenida Juan Pablo II tres de las seis pasarelas -unas moles de cemento- fueron derribadas por las juntas de vecinos, con lo que terminaron de cerrar esta vía vital para enlazar La Paz y El Alto con Desaguadero.

No satisfechos con esta decisión, en la zona de Villa Tunari fabricaron catapultas. Latas, tablones, pitas y bañadores de aluminio sirvieron de munición para poner a funcionar esta "arma de guerra de El Alto", señalaron los vecinos que también decidieron armarse con dinamita para repeler al Ejército.

En el puente que une a Río Seco con la Ceja, los vecinos levantaron también barricadas con carrocerías en desuso de colectivos y camiones. Levantaron también muñecos de trapo sobre de las carrocerías de los vehículos para mostrar al Ejército que los civiles en El Alto ahora están armados.

Varios jóvenes con pasamontañas de color verde y negro enseñaban a los vecinos a fabricar bombas Molotov. Ellos señalan que, si ayer los militares mataron gente, hoy no morirá ningún alteño. "El Ejército sufrirá bajas", aseguró uno de los ocasionales instructores.

Marcha

Miles de residentes alteños marcharon ayer desde las distintas zonas de El Alto hacia el centro de la sede de gobierno exigiendo la renuncia de Sánchez de Lozada. Los marchistas comenzaron a concentrarse desde tempranas horas en varios distritos de la urbe alteña. Así por ejemplo, los del Distrito 6, 16 de Julio, Ballivián y Alto Lima, entre otras zonas, se reunieron a partir de las nueve de la mañana en la plaza 16 de Julio. Cientos de marchistas armados con palos y piedras tomaron las principales arterias de ese distrito para encaminarse hacia la avenida Naciones Unidas de la Ceja y así seguir su camino hacia La Paz.

Estalla una gasolinería en Río Seco

En la mañana del ayer grupos de personas, entre los que había vándalos, asaltaron la estación de servicio Río Seco, que tenía auspicio publicitario de la transnacional petrolera Shell. Quemaron las máquinas para suministro de combustible, ocuparon por la fuerza las oficinas de la gasolinería y le prendieron fuego. ¿La razón? Haber suministrado combustible al Ejército, que el domingo mató civiles en Río Seco.

Entre las 05.00 y las 13.00 del lunes se llevaron lo que pudieron, a pesar de lo peligroso del lugar. A las diez, algunos vecinos, jóvenes, mujeres y niños procedieron a introducir botellas de Coca-Cola y Pepsi descartables en el tanque de la gasolinería para obtener el combustible.

La imprudencia llegó entre las 13.00 y 14.00. Una persona no identificada -algunos testigos aseguran que fue un niño- prendió fuego al tanque, lo que produjo, segundos después, una explosión de magnitud en la zona.

La llamas envolvieron a unas 20 personas, entre ellas un niño de seis años, varios adolescentes de entre 12 y 18 años de edad y personas mayores, incluso se informó de un anciano de 60 años.

Florentina Poma Poma murió y los heridos sufrieron quemaduras de diversos grados. En el centro de salud de Río Seco y la zona Los Andes, adonde fueron trasladados los heridos, el caos del domingo se repitió. Alaridos de dolor, impotencia y hasta bronca por la imprudencia marcaron un escenario dantesco.

Destruyeron todo a su paso
Los hechos de violencia en El Alto fueron incontenibles

ayer. La gente procedió durante todo el día a destruir lo que encontraba a su paso.

Así, los cimientos de la agencia de BancoSol ubicada en la ex tranca de Río Seco fueron deshechos. Recién hace tres semanas la entidad financiera había empezado a reconstruir sus oficinas, después de que su edificio fuera destruido y quemado durante los hechos del 12 y 13 de febrero. Ayer sucedió lo mismo. Arrancaron las piedras de los cimientos que comenzaban a levantar, acarrearon todo el material sólido a la avenida y levantaron barricadas.

En la ex tranca también funcionan las entidades financieras FIE y Caja Los Andes, pero ambas habían obrado con más inteligencia: rentaron ambientes en casas particulares para evitar pérdidas.

Las salvó plegarse al paro

Otras fábricas, como PIL, Plasmar y una compañía maderera que funciona en la zona, decidieron plegarse al paro cívico. Izaron la tricolor nacional a media asta con crespones negros y sacaron cateles de cartón, cartulina y venesta en los que expresaban su rechazo a la exportación de gas por Chile y la demanda del energético para los bolivianos. Una medida inteligente que evitó el saqueo.

A lo largo de la avenida Juan Pablo II funcionan también otras estaciones de servicio, como Cortez y Cortés, y Cristo Rey, esta última auspiciada por la Empresa Boliviana de Refinación, de propiedad de Petrobras. Estas empresas hicieron lo mismo, vale decir, plegarse al paro cívico, pero, más prudentes aún, este lunes procedieron a retirar sus máquinas expendedoras de gasolina, diesel y gas natural comprimido. Cada equipo tiene un costo de entre 15 mil y 20 mil dólares.

Arde el peaje

Entre las 11.00 y las 17.00 de ayer, grupos de jóvenes asaltaron el peaje de la Autopista, administrado por la empresa Toll S.A.

Los sucesos del 12 y 13 de febrero volvieron a ocurrir para la empresa. La gente volteó las cabinas recién instaladas y prendió fuego a la infraestructura que fue inaugurada hace poco.

A pesar de que los ejecutivos de la empresa reconstruyeron la infraestructura a guisa de un búnker, para evitar que se repitieran los hechos de febrero, ayer se demostró que para la turba enardecida no hay muralla que resista. Echaron afuera documentos, sacaron muebles de los ambientes y otros enseres y minutos después le prendieron fuego.

Otros jóvenes, no satisfechos con esto, subieron a la plataforma que se eleva aproximadamente tres metros sobre la Autopista y desprendieron la publicidad de la multinacional Nestlé. Para las 19.00, del peaje sólo quedaban escombros.

Aviso a Sánchez Berzaín

Como un símbolo de repudio al ministro de Defensa, Carlos Sánchez Berzaín, vecinos de Villa Bolívar D colgaron un perro blanco al que pusieron un cartel con el nombre de la autoridad.

De acuerdo con ancianos que marchaban, ese símbolo de repudio fue usado antes de que muriera trágicamente el ex presidente de la República Gualberto Villarroel.