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Contra el TLC - Against CAFTA

Martes, 11 de octubre de 2005

Ponen obstáculos al CAFTA
En general en todos los países son la cúpula empresarial y el Gobierno de turno los que más apoyan el tratado

Por Octavio Pineda/corresponsal

Grupo Reforma

Bogotá, Colombia (19 septiembre 2005).- Las pugnas políticas y problemas estructurales en Nicaragua, Costa Rica y República Dominicana se han convertido en un inesperado obstáculo para el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos (CAFTA-DR).

Mientras la ratificación del tratado pasó por los Congresos de Guatemala, Honduras y El Salvador sin mayor problema, en los otros tres países la aprobación definitiva empieza a darle dolor de cabeza a los Ejecutivos.

En general en todos los países son la cúpula empresarial y el Gobierno de turno los que más apoyan el tratado, mientras que los partidos de oposición, agricultores, sindicatos, estudiantes y pequeños y medianos productores y empresarios son quienes más temores y rechazo manifiestan.

Costa Rica: parálisis presidencial

A pesar del apoyo mayoritario al CAFTA entre la población, el Presidente de Costa Rica, Abel Pacheco, se resiste a enviar el texto al Congreso para su ratificación por motivos incomprensibles hasta para quienes trabajaron a su lado.

"Nadie sabe lo que el Presidente va a hacer y eso ha creado incertidumbre en el país, preocupado de que el CAFTA entre en vigor el 1 de enero del 2006 sin que Costa Rica sea parte del acuerdo", explicó a REFORMA Anabel González, ex negociadora principal costarricense del texto.

"Lo más absurdo es que todos los estudios indican que Costa Rica es el país centroamericano que más podría beneficiarse del CAFTA, en virtud de que sus condiciones de base para lograrlo son las más propicias (mayor educación, vocación exportadora consolidada, éxito en la atracción de inversión, cambio y diversificación en su estructura productiva)", abundó.

Entre quienes se oponen al tratado destacan los sindicatos de empleados públicos y de los monopolios estatales en telecomunicaciones, electricidad y seguros, pero en el Congreso, en cuyas manos recaerá su ratificación, los diputados que lo apoyan son mayoría absoluta.

Para los promotores del CAFTA, Pacheco, que ha mostrado cierta incapacidad para gobernar, ha puesto trabas de poco sustento, como una reforma tributaria previa o la opinión de una Comisión de Notables, para demorar el envío del texto al Congreso.

Nicaragua: pugna política y temores sectoriales

En Nicaragua, el país más pobre de la región, el Presidente Enrique Bolaños no ha podido sacar adelante la ratificación del CAFTA en el Congreso por al enfrentamiento que mantiene con sus opositores liberales y sandinistas, que han postergado la discusión.

Bolaños, quien percibe una "conjura" de ambos bandos para destituirlo por delitos electorales, alega que la demora liberal es una respuesta a su decisión de restringir las visitas al ex Presidente Arnoldo Alemán, bajo arresto domiciliario por corrupción.

Los diputados del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), con mayoría en la Asamblea Nacional, están a favor de ratificar el CAFTA, pese al abierto rechazo del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que alega que beneficiaría más a Estados Unidos.

Los sandinistas exigen medidas complementarias que cobijen a los sectores más vulnerables de la economía, incluidos 3 millones de personas que subsisten del sector agropecuario --principal generador de divisas-- y la pequeña y mediana empresa, tales como un banco de fomento a la producción, una ley antimonopolio y una de competitividad.

En República Dominicana es también el temor a los efectos negativos del CAFTA en el sector agropecuario el que ha atrincherado a la oposición en el Congreso, a lo que se suma una empantanada reforma tributaria que compense la pérdida de ingresos estatales por el desmonte arancelario cuando el tratado entre en vigor.

'CAFTA no garantiza desarrollo'

Para el internacionalista Juan Carlos Flórez, país que no suscribe este tipo de tratados parece condenado a quedarse fuera de los flujos comerciales modernos, pero de por sí solos no resuelven problemas como la pobreza, el desempleo o la inseguridad.

"Si se pertenece a una élite conectada con los mercados americanos los tratados son positivos, pero probablemente para el grueso de la población los tratados van a perpetuar una situación económica de un bajo ingreso per cápita, un precario crecimiento económico", explicó a REFORMA.

Para los países pequeños, estos tratados plantean la interrogante de si son el camino para alcanzar un desarrollo mucho más elevado que el de ser simples productores de materias primas, anotó Flórez.

"El problema de muchos tratados de libre comercio es que perpetuan las condiciones de países generadores de materia prima o maquila e impiden que puedan optar por modelos de desarrollo con productos de mayor valor agregado", subrayó.

Donald Castillo, Embajador de Nicaragua en Colombia y ex funcionario de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) de Naciones Unidas, reforzó esta impresión.

"El tratado por sí solo no va a resolver el desarrollo del país o la inequidad. Es una oportunidad de modernizar estructuras económicas obsoletas", expuso Castillo, quien fue profesor de postgrado en la Facultad de Economía de la UNAM.

El diplomático admitió que Nicaragua arrastra un grave problema de titularidad de la tierra, con propiedades que tienen tres o cuatro dueños "legales", lo que genera incertidumbre jurídica para la inversión y el desarrollo del campo.

Nicaragua adolece además de una falta de infraestructura para el transporte. "No tenemos un buen puerto en el Atlántico. Es una desventaja tremenda que nos dispara los costos de exportación, porque tenemos que sacar los contenedores por carretera hasta Costa Rica u Honduras para de ahí embarcarlos", refirió Castillo.

Para Roberto Góchez, catedrático del Departamento de Economía de la Universidad Centroamericana (UCA) de San Salvador, es una falacia creer que un tratado se aprovecha a partir de su ratificación.

"La carrera de los países por incrementar su capacidad productiva y desarrollar sectores avanzados o nuevos debió haber empezado hace tiempo", afirmó el catedrático.

Retos para todos

Si la demora en la ratificación del CAFTA en tres países evidencia algunos desafíos para su inserción en el mercado globalizado, el panorama no es más alentador en Guatemala, Honduras y El Salvador, donde el tratado ya fue avalado por el Congreso, favorable al Gobierno de turno.

"La ratificación en El Salvador fue facilitada por la falta secular de transparencia y democracia en la toma de decisiones trascendentales para el país, es decir, un 'madrugón' en la Asamblea Nacional y la disolución de la comisión creada para estudiarlo antes de que tuviera un resultado", explicó Góchez a REFORMA.

Para el catedrático, la ausencia en el Gobierno de una estrategia eficaz de crecimiento, que en su creencia aportará el CAFTA, y el pliegue del sector empresarial a las posiciones oficiales contribuyeron a su rápida aprobación.

"La vinculación de los grupos hegemónicos a sectores importadores y exportadores, no productivos o a transnacionales extranjeras, por asociación o fusión, ha hecho que tengan cada vez menos interés en generar un proyecto de desarrollo nacional", abundó el académico.

En un informe el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que para sacar verdadero provecho del CAFTA, El Salvador deberá atender primero desafíos sociales tales como elevados índices de criminalidad, mano de obra mal capacitada y una débil infraestructura.

El problema de las maras y la inseguridad, que aqueja también a Guatemala y Honduras, tampoco se resolverá con el tratado. A estos desafíos internos Góchez agregó una falta de voluntad política para mejorar las condiciones laborales, ampliar la seguridad social y elevar la competitividad.

En Guatemala, el país con las tarifas eléctricas más altas de la región y que adolece de un débil sistema tributario, alta concentración de la tierra, un repunte del narcotráfico y problemas de nutrición y salud entre su población, se han registrado multitudinarias protestas campesinas, obreras e indígenas contra el CAFTA.

Mientras tanto, en Honduras los productores de palma de aceite, uno de los sectores más prometedores, se quejan de falta de créditos. Este país, junto con Nicaragua, adolece de oligopolios en los sectores arrocero, azucarero, harinero, cementero y bancario que limitan la competitividad.

Benjamin Davis


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