Movimientos populares de todo el planeta se citan en Ginebra contra la OMC

Alternativas frente a la globalizacion

En pocos días Ginebra se convertirá en una "capital alternativa", reuniendo a centenares de representantes de los movimientos populares del mundo entero. Juan Tortosa, del comité organizador, y Marta Maffei, principal dirigente docente argentina -cuya federación sindical de 250 mil afiliados estará presente en el Encuentro con una representación de alto nivel- evalúan, a 10 mil kilómetros de distancia uno del otro, el sentido de esta iniciativa. Entrevistas.

La cita convocada por la Acción Mundial de los Pueblos (AMP) reunirá en Ginebra a centenares de delegados del mundo entero. La mitad de los 600 participantes previstos vendrán de países del sur y la presencia iberoamericana se perfila como particularmente importante.

Primer foro de esta naturaleza, la reflexión principal estará centrada en denunciar los efectos del libre comercio que, en las últimas decenias, ha globalizado la miseria de las 4/5 partes de la humanidad. Además, reflexionar sobre alternativas viables y preparar actividades para "contrafestejar", en mayo próximo, los 50 años del GATT (Acuerdo general sobre aranceles y comercio) y su sustituta, la Organización Mundial de Comercio (OMC). Los cuatro puntos de partida de la AMP que se autodefine como una "Alianza de lucha y de apoyo mutuo", son "el rechazo explícito a la OMC y los otros acuerdos de liberalización comercial -como el TLC, el MERCOSUR etc- una actitud confrontativa, pues no hay posibilidad de diálogo con el capital trasnacional y sus organizaciones; el llamado a la desobediencia civil no-violenta y a la construcción de alternativas locales como respuesta a los gobiernos y las corporaciones y una filosofía organizativa que se basa en la descentralización y la autonomía".

Así lo enfatiza Juan Tortosa, 40 años, educador, español de origen radicado en Suiza desde 1986, uno de los Coordinadores del Encuentro de febrero, en esta entrevista con Le Courrier. De larga experiencia militante en los comités anti-OTAN y en la solidaridad con Centroamérica, Argelia y Chiapas, Tortosa dedica desde hace varios meses gran parte de su tiempo a preparar esta iniciativa en marcha.

Le Courrier ¿Cuál ha sido la respuesta de los diferentes movimientos y organizaciones invitadas?

Juan Tortosa: nos marcamos un objetivo bastante amplio de reunir unos 600 delegados, de ellos la mitad mujeres. Para establecer un verdadero equilibrio deliberativo, nos propusimos como meta no menos de 300 representantes del Sur. Si bien hasta diciembre las inscripciones llegaban con cuenta-gotas, en las primeras semanas de este año hubo una verdadera explosión. Las solicitudes han llegado de todos los continentes y de los más diversos sectores populares: movimientos campesinos; sindicatos, asociaciones de desocupados; comunidades barriales; organizaciones magisteriales etc. El reto ha sido ganado!

Sin embargo lo númerico es sólo una parte...

En efecto. No hay que olvidar que la participación está condicionada a poder pagarse el viaje hasta Suiza. Somos conscientes que la mayor parte de asociaciones que desean estar presentes no tienen recursos económicos. Muchos de esos movimientos protagonizan luchas de primer magnitud en sus respectivos países y sus prioridades están adentro. A pesar de ello podemos asegurar que la convocatoria ya es un éxito. Sobretodo, porque hemos logrado crear un debate a nivel local, nacional e internacional. Son incontables los sectores que se están involucrando para preparar el encuentro. Y todavía muchos más los que se movilizarán para mayo, tanto en el Norte, en el Sur, en el Este y en el Oeste, contra un enemigo común.

¿Y la repercusión en Suiza misma?

Significativo el proceso que se ha venido dando. Hubo sectores reticentes que con el paso del tiempo se han visto forzados a debatir y explicar su acuerdo o rechazo a la convocatoria. Muchos han cambiado de posición. Además, porque se logra establecer un diálogo entre sectores a grupos que no se conocían entre ellos

Interesante poder analizar los antecedentes de la Acción Mundial de los Pueblos...

La situación económico-social de los últimos tiempos empuja a amplios sectores de todo el planeta a darse cuenta que la lucha, solamente a nivel local, no es suficiente. Que no basta actuar en lo micro sino que hay que pensar a nivel global. En cierta forma se había perdido la dimensión internacional de la reflexión y de la lucha. Los únicos "internacionalistas" eran las multinacionales y el gran capital. Las asociaciones habían vuelto a la "aldea" sin comprender seriamente que la aldea es planetaria aunque se encuentren especificidades locales.

De esta forma, los primeros impulsos fueron dados por aquellos sectores más afectados por el comercio internacional globalizado. Diferentes movimientos como la Asociación de Campesinos del Estado de Karnataka; el Movimiento Campesino de Filipinas; el Movimiento de los trabajadores rurales Sin Tierra del Brasil; la Central Sandinista de Trabajadores de Nicaragua.

Fue en 1996 en Roma, durante el Encuentro contra el Hambre, cuando se da un paso importante de coordinación entre esas asociaciones y los universitarios de Play Fair Europe. Cuando éstos proponen organizar una conferencia alternativa sobre el comercio equitable, inmediatamente los grupos campesinos presentan un esquema de proyecto para la conferencia de febrero. Pero el salto definitivo vendrá de la reunión que tuvo lugar en España inmediatamente después del II Encuentro Intercontinental contra el Neoliberalismo y por la Humanidad, de agosto pasado, promovido por el zapatismo . Allí participaron todas las asociaciones que conforman ahora el Comité de preparación internacional de la AMP.

Se podría entender, entonces, como una continuidad superadora de la propuesta zapatista.

Como las ideas y propuestas de la experiencia zapatista iban en la misma dirección, la confluencia se ha hecho de forma natural y de hecho entre los grupos que trabajan por la realización de este evento de Ginebra hay muchos ligados a la solidaridad zapatista. Pero hay un elemento muy claro: esta Conferencia no es un nuevo encuentro zapatista. Se reunirán muchos otros sectores que no habían participado ni en Chiapas (1996) ni en España (1997).

¿Entonces, el aporte conceptual/participativo de Latinoamérica es importante?

De hecho. En el grupo de convocantes, tres de los once miembros son organizaciones latinoamericanas (los sin tierra de Brasil, el zapatismo y los trabajadores sandinistas)... Lo que significa que desde un comienzo América Latina ha jugado un rol clave en este proceso que desemboca en la organización de la Conferencia.

¿Qué impacto tendrá la cita de Ginebra en la búsqueda de alternativas populares?

Importante recordar que el objetivo principal es organizar y coordinar acciones descentralizadas de protesta en todo el mundo durante la Conferencia Ministerial de la OMC a realizarse en mayo próximo por el 50 aniversario del GATT/OMC. Se intentará promover la creación de plataformas de acción locales, nacionales, regionales y temáticas, así como sentar las bases de una red de información y prensa para asegurarle una proyección internacional al trabajo de los movimientos sociales. Los asistentes a la Conferencia, representativos de todos los sectores relegados definirán pautas y acciones que tendrán una repercusión planetaria.

Estoy convencido que después de este Encuentro nada será igual. Como mínimo renacerá la esperanza y la convicción que con la unión es factible oponerse al sistema internacional predominante. Habremos dado un paso de un camino que es, por cierto, muy largo.

¿Qué esperan de la comunidad iberoamericana de Ginebra?

Hoy, la inmigración latinoamericana está conformada, principalmente, por refugiados económicos. Muchos están clandestinos. Para ellos, participar en una actividad política es un ejercicio todavía difícil. Pero, a pesar de todo, comienzan a organizarse sectores, como la asociación "Contacto Latino" con los que hemos trabajado muy bien. De igual manera con algunos centros de la inmigración española en Ginebra, que han puesto su infraestructura a nuestra disposición. Esperamos que nos apoyen aún más en todo lo que puedan. Por ejemplo que acojan en sus casas al máximo de delegados con la tradicional hospitalidad y solidaridad de la que siempre han hecho gala y que para muchos de nosotros ha sido un modelo a imitar.

Sergio Ferrari

Los movimientos populares continúan movilizándose en América latina.


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